Divina Misericordia - Beato Miguel Sopocko
   
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Beato Miguel (Michal) Sopocko

Miguel Sopocko nació en Nowosady, en la provincia de Vilna. Entre
los años 1910-1914 estudió teología en la Universidad de Vilna, después
en Varsovia, donde se licenció también en el Instituto Superior de Pedagogía.
Después de doctorarse en teología mora en 1926, se hizo el padre espiritual
en el seminario de Vilna. Se habilitó en 1934. Trabajó como profesor de
teología pastoral en la facultad de teología en la Universidad de Stefan Batory
en Vilna y en el Seminario Superior en Bialystok (1928 -1962). Entre 1918-
1932 fue capellán castrense del Ejército Polaco en Varsovia y en Vilna.

Santa Faustina nos relata en su Diario:


Sin embargo, la bondad de Jesús no tiene límites, me prometió una ayuda
visible en la tierra y [la] recibí poco después en Vilna. En el Padre
Sopocko reconocí esa ayuda de Dios. Le había conocido en una visión
interior Antes de llegar a Vilna. Un día lo vi. en nuestra capilla entre el
altar y el confesionario. De repente en mi alma oí una voz: He aquí la
ayuda visible para ti en la tierra. Él te ayudará cumplir Mi voluntad en la
tierra. (Diario de Santa Faustina 53)

Viendo la dedicación y el empeño del Padre Sopocko en este asunto,
admiraba en él su paciencia y su humildad; todo esto costó no sólo mucho
empeño y varios disgustos, sino también mucho dinero, y todo lo
subvencionó el Padre Sopocko. Veo que la Providencia Divina lo había
preparado a cumplir esta obra de la misericordia antes de que yo lo pidiera
a Dios. Oh, que misteriosos son Tus caminos, Dios, y felices las almas que
siguen la voz de la gracia de Dios. (Diario 422)






El Padre Miguel Sopocko, fue el Director Espiritual y Confesor de Sor
Faustina hoy Santa. El fue el primero en creer la Visión que tuvo la Santa y
tambien fue el que le dijo a Sor Faustina de escribir su Diario.
Tambien fue él quien encontró el artista, E. Kazimirowski, que pintaría La
imagen de la Divina Misericordia.

En el año 1935, el Padre Sopocko fue el primero en comenzar a propagar
la Divina Misericordia, mostrando la Imagen de la Divina Misericordia sobre
La puerta de Entrada de Ostra Brama en la ciudad de Vilnius donde se
encuentra la milagrosa pintura de La Santisíma Virgen María Madre de
Misericordia, advocación conocida tambien como Nuestra Señora de la
Puerta de la Aurora o Nuestra Señora de Ostra Brama. Y en una Iglesia
cercana predico el Mensaje de Misericordia.

Y en junio de 1936 en Vilna, publicó el primer folleto titulado “Misericordia
Divina” con la imagen de Jesucristo Misericordioso en la portada. Envió esa
publicación a todos los obispos reunidos en la conferencia del Episcopado
en Czestochowa. Sin embargo, no recibió ni una respuesta de ninguno de
ellos. El segundo folleto titulado “Misericordia Divina en la liturgia” se
publicó en 1937 en Poznan.


Sor Faustina recibió de su confesor la recomendación de poner por escrito
sus vivencias interiores. Preguntado por la Congregación ¿Por qué Sor
Faustina escribió el Diario?, su confesor y Director Espiritual, el Reverendo
Padre Miguel Sopoćko, contestó: "En aquel entonces yo era profesor del
seminario y en la facultad de Teología de la Universidad ´Stefan Batory´ de
Vilna. No tenía tiempo para escuchar sus largas confidencias en el
confesionario, le recomendé de escribirlas en un cuaderno y dármelas a
leer de vez en cuando. Así nació el Diario." (Carta del Padre Sopoćko del 6
de marzo de 1972, citada en la nota 3 agregada por la Editorial para
aclarar pasajes del texto del Diario).

Además de la orden del confesor, en muchas páginas del Diario, Sor
Faustina menciona una orden clara de escribir el Diario, hecha por Jesús
Mismo. (Ver Diario 372, 459, 895, 965, 1142, 1160, 1457, 1665 y otros)

De manera, pues, que Sor Faustina escribe el Diario por orden de su
confesor, pero apremiada también por el propio Jesús que se lo ordena
múltiples veces, como se puede leer en las citas del Diario ya referidas. En
cuanto a su misión u objetivo, estas mismas citas lo indican muy
claramente: dar a conocer la Misericordia de Dios para el provecho de las
almas del mundo entero.

Extractos del Diario de Santa Faustina del Padre Sopocko:

Este sacerdote es una gran alma, desbordante de Dios. (Diario 1238)

...Señor que me dijo: Es un sacerdote según Mi corazón, Me agradan sus
esfuerzos. Ves, hija Mía, que Mi voluntad tiene que cumplirse y aquello que
te he prometido lo cumplo. A través de él derramo consuelo a las almas
dolientes, atormentadas; por medio de él Me ha complacido difundir el culto
a Mi misericordia (19). A través de esta obra de misericordia se acercarán
a Mi mas almas de cuántas se habrían acercado si él hubiera continuado
absolviendo día y noche hasta el fin de su vida, porque en tal caso el
trabajaría apenas hasta el fin de su vida, mientras que por esta obra
trabajará hasta el fin del mundo. (Diario 1256)

...Gracias a sus diligencias una nueva (32) luz resplandecerá en la Iglesia de
Dios para el consuelo de las almas.
(Diario 1390)


Oh Jesús mío, Tu ves cuánta gratitud tengo para el Padre Sopocko que ha
hecho avanzar mucho Tu obra. Esta alma tan humilde supo resistir todas las
tormentas y no se desanimó por las contrariedades, sino que ha contestado
fielmente a la llamada de Dios. (Diario 1586)

...Escribe que día y noche Mi mirada descansa sobre él y permito estas
contrariedades para multiplicar sus meritos. Yo no recompenso por el
resultado positivo sino por la paciencia y el trabajo emprendido por Mí.
(Diario 86)

Y el Señor dijo: Me porto así con el para dar testimonio de que esta obra es
Mía. Dile que (38) no tenga miedo de nada, Mi mirada esta puesta en él, día
y noche. En su corona habrá tantas coronas cuantas almas se salvaran a
través de esta obra. Yo no premio por el éxito en el trabajo sino por el
sufrimiento. (Diario 90)


Dios exigía que hubiera una congregación que proclamara la Divina
Misericordia y la implorase para el mundo.
Cuando aquel sacerdote me preguntó si no había tenido tales inspiraciones,
contesté que no había tenido órdenes precisas, pero en aquel instante una
luz penetró en mi alma y comprendí que el Señor hablaba por medio de él;
me defendía inútilmente diciendo que no tenía una orden precisa, ya que al
final de la conversación vi. al Señor Jesús en el umbral, con el mismo
aspecto como esta pintado en la imagen, que me dijo: Deseo que haya
tal Congregación [173]. (Diario 436-437)





El Padre Miguel Sopocko fundó la Congregación de las Hermanas de Jesús
Misericordioso - Faustinas, en el año 1941 en Vilna (Vilnius, Lituania) (tres
años después de la muerte de sor Faustina). Escribió para ellas un
reglamento general y fijó una conferencia semanal sobre la vida espiritual.
Las hermanas pensaban empezar la vida comunitaria después de la guerra.

El 11 de abril de 1942, a la víspera de la Fiesta de la Misericordia Divina, las
seis candidatas Izabela Naborowska (sor Benigna), Ludmila Roszko, Zofia
Komorowska, Adela Alibekow y Jadwiga Malkiewiczowna, hicieron votos
temporales. Las hermanas recibieron el nombre de las Siervas de Dios
Misericordioso y, aunque seguían con sus familias, desde entonces su vida
tenía carácter conventual. Para el Padre Sopocko eso era la esperada señal
de la Providencia.







El 28 de Septiembre de 2008 en la Iglesia de la Divina Misericordia en
Bialystok, Polonia fue la beatificación del Siervo de Dios Padre Miguel
Sopocko. Llevada a cabo por el Arzobispo Angelo Amato efectuó el acto de
beatificación, leyendo el decreto del Papa Benedicto XVI promulgado en
Vaticano el 26 de septiembre de 2008.


Se cumple visión del Diario de Santa Faustina con la Beatificacón del Padre
Miguel Sopocko : A los pies del Señor.

Una noche, al entrar yo en la celda, vi. al Señor Jesús expuesto en la
custodia, como si estuviera a cielo abierto. A los pies del Señor Jesús vi a
mi confesor y detrás de él a un gran número de eclesiásticos de alto
rango, con ropa que nunca había visto, salvo en visión. Y detrás de ellos
varias clases de eclesiásticos; más allá vi. una multitud tan grande de gente
que no pude abarcarla con la vista. Vi saliendo de la Hostia estos dos
rayos que están en la imagen, que se unieron estrechamente, pero no se
confundieron y pasaron a las manos de mi confesor, y después a las manos
de los eclesiásticos y de sus manos pasaron a las manos de la gente, y
volvieron a la Hostia… y en aquel momento me vi. entrando en la celda.
(Diario 344)

   
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